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Las amigas de mi hijo
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Las amigas de mi hijo
Este verano mi hijo decidió hacer de mi apartamento su nido, y comenzó a traer a sus aventurillas de una noche.
No me importó mucho, porque el chaval tenía que dar rienda suelta a su lívido y sobre todo porque su dormitorio quedaba al otro lado de la casa y no me m*****aba, nada. Debo reconocer que más de una mañanita me he llevado una alegría al levantarme y encontrarme alguna de sus amigas semidesnudas o totalmente desnudas por casa.
ES difícil concentrarse en preparar un desayuno con chica en bolas, a tu lado, y más si llevas varios días sin follar, vamos que más de una vez he tenido una erección y no he tratado de disimularlo sabiendo que aquella moza no era más que otro ligue de mi hijo.
Al entrar en el apartamento accedes directamente al salón y a la derecha queda la cocina, un baño con ducha y la habitación de invitados y la hacia el otro lado una habitación pequeña y mi habitación y otro aseo con ducha en el dormitorio. Así que la noche que el muchacho salía, cerraba la puerta y ya no me enteraba de si venía solo o acompañado, hasta llegar a la cocina.
El sábado salí al futbol y a dar una vuelta por un par de locales de la calle Rosalía de Castro y vuelta pa casita a las cuatro, con el rabito entre las piernas.
Al entrar en casa, hice un poco de ruido de más esperando encontrarme solo, pero cual no fue mi sorpresa al encontrare me una persona en el sofá, al principio me creí que sería mi hijo, pero no, allí adormilada en el sofá había una chica un poquito rellenita, con la falda arremolinada y las piernas al aire, UMMM!! Bonitas piernas¡¡
-Hola, buenas noches.-saludé en voz baja, al ver que se movía.
-Hola, respondió ella, creo que me he quedado dormida esperando por esos dos, mirando el reloj de pulsera exclamó: “dios mío las cuatro, joer si que le pegan bien esos dos”
-Tengo el coche en la calle, si quieres te acerco donde quieras y les dejas una nota ahí en la mesa, no creo que vayan a salir, pero antes me voy a tomar un cafelillo ¿te apetece?
-Bueno, así me voy despejando.
Al pasar por delante del dormitorio del chico abrí la puerta con cuidado, y vi que estaban desnudos los dos sobre la cama y totalmente dormidos. Dejé que ella se asomase un poco y los viese desnudos, sus cuerpos entrelazados, a la chica se le veía su hermoso culo desnudo y su melena pelirroja sobre la espalda.
-Esos ya no se levantan esta noche, -dijo la muchacha.
-Ahí tienes el baño si te apetece refrescarte.
Se metió en el baño sin m*****arse en cerrar la puerta, y estuve viendo un instante como se subía las faldas y se bajaba las diminutas braguitas para sentarse en el inodoro, tenía un coñito peladito, Ya me fui a la cocina a preparar la cafetera, en esas estaba cuando regreso del baño.
-¿cómo te llamas? Le pregunté por decir algo.
-Yo me llamo Laura ¿y tú?
-A mi me llaman Pepe. ¿Cómo te gusta, solo con leche, cargado? Me fijé que el escote de su blusa blanca parecía haber crecido, y donde antes solo había un botón desabrochado había ahora al menos tres, que dejaban ver un precioso y sugestivo canalillo.
-¿No, tienes algo mas fuerte?
-Si, que tengo ¿Qué te apetece? Whisky, ginebra y tengo un licor café delicioso.
-Ponme un chupito de licor café.
-¿Es tu amiga, la chica que está con Luis?
-Si, ella es la ligona, siempre se lleva los chicos, más guapos y yo no me como ni un rosco. Decía al tiempo que se bebía de un sorbo a la copa de licor café, así que se la volví a llenar.
-Mujer tu también ligarás lo tuyo, y seguro que te sobran pretendientes y más de uno estará loquito por ti, por tu sonrisa, por tus labios, por tus piernas, por tus senos.
Se había bebido el licor café como si fuese agua.
Se abrió el escote y enseñándome sus pechos, me dijo-¿Te gustan mis tetas? Subiendo el sujetador negro de encaje
-¡Son preciosas! respondí al ver aquellos hermosos senos, grandotes con unas aureolas enormes
-Pues las pobres no tienen nadie que les preste atención.
-Me encantaría acariciarlas y darles uno mimitos a ellas y a su linda propietaria y sin contenerme comencé a acariciarlos muy suavemente con las yemas de mis dedos. Mientras pensaba que había tocado la lotería con aquella moza.
Sus pezones se pusieron duros con mis caricias. Busque su boca, para besarla y nuestros labios se unieron en un apasionado beso, las lenguas se entrelazaron y noté su intenso sabor a licor café.
-¿Quieres que sigamos en mi dormitorio? No vayan a despertarse estos y nos interrumpan.
-Vamos que necesito follar desesperadamente, les voy a dejar una nota diciendo que me fui.
-Tomé la botella de licor y otra de coca-cola y nos fuimos a mi dormitorio, en el salón les dejó una nota: son las cuatro y me voy a ver si aun pillo algún rezagado.
Ya en el dormitorio, comencé a abrazarla y a buscar de nuevo sus ardientes labios, mientras mis manos recorrían su espalda, acariciándola hasta llegar a sus gorditas nalgas, me entretuve en estrujarlas con intensidad- mientras nuestras bocas seguían fundidas y nuestras lenguas se entrelazaban una y otra vez.
Nos dejamos caer sobre la cama y terminé de desabrochar su blusa, para volver a recrearme con sus preciosos senos, que aureolas más grandes, y sus pezones se levantaban sobre las mismas, mi boca se apoderó de uno de ellos y comencé a recorrerlo con la lengua, rozándolo suavemente, sintiendo su estremecimiento al recorrer su piel, mientras mi mano derecha se había deslizado hasta sus muslos y los estaba acariciando, sus piernas se abrieron y mi mano acarició su coño por encima de la diminuta y ya húmeda braguita.
Ella se separó de mí, y se soltó la falda, las braguitas y las arrojó al suelo, se tumbó boca arriba en la cama, diciéndome: -Ven, tómame ya, te necesito.
-No hay prisa, le dije, mientras mi cabeza se colaba entre sus piernas y comenzaba a recorrer su muslos con mi lengua, ahora uno luego otro, haciendo círculos alrededor de su vagina.
Laura gemía, más y más, yo sentía sus piernas estremecerse. Comencé a recorrer sus labios vaginales, con la lengua y con mis labios, cuando decidí dedicarle un poquitín de atención a su clítoris, succionándolo con los labios, lamiéndolo con la lengua, que duro estaba, un par de mordisquillos con los labios y se estremeció por completo, sus piernas presionaron mi cabeza.
Ella suplicaba: -Para, para.
Pero a pesar de la presión de sus muslos, continúe con mis caricias en su chochito delicioso, sus jugos abundantes, y final mente un estremecimiento frenético recorrió el cuerpo de Laura, sus gemidos me hicieron temer que se fuesen a despertar los demás.
Me tumbe a su lado y ella comenzó a besarme al cara y a decirme, lo mucho que había gozado, -Mi novio, Luis, nunca me hecho nada parecido, el solo quería que me abriese de piernas y follarme, sin nada de ternura.
(Vaya había novio, hace 5 minutos estaba sola y no tenía a nadie)
-¿Me vas a follar ahora? Quiero tener tu polla dentro de mí coñito.
-Si te voy a follar, y si voy a estar dentro de ti, pero ahora lo que yo quiero es entrar en tu culito, que seguro que está sin estrenar. Mientras acariciaba sus nalguitas.
-No puedo negarte nada, Luis me pidió un motón de veces, para metérmela por ahí, pero nunca le dejé hacerlo. Tú serás el primero, pero cuidadito que soy virgensita del culete.
No te preocupes por tu virginidad anal que te va durar muy poquito y te va a gustar.
Me fui al baño y tomé un bote de crema hidratante y acercándome a Laura la hice girar de espaldas y extendí un poco de crema en el canalillo de sus nalgas, mientras susurraba a su oído, -Ahora te voy a meter un dedito en el culito, va entrar suavecito con ayuda de la crema, si te duele me avisas.
Metí la punta de mi dedo índice en su estrecho culito, y lo hice girar suavemente. Ella dio un pequeño respingo.
-Sigo, volví a girar mi dedo en su ano y al tiempo lo introduje un poco más, como un sacacorchos. Lo metí y quité varias veces, su ano se estaba relajando y dejaba hacer
Mientras ella decía.-Si, sigue, sigue,- muy suavecito.
Quité , el dedo y ahora le meto dos dedos el índice y el anular, bien encremaditos, el orificio apenas opone resistencia y deja entrar ambos dedos, con apenas una pequeña presión, comienzo el mete saca de ambos dedos, lentamente con suavidad y gracias a la cremita.
-¡Ay! Siii, sigue, como me está gustando esto, ¡no paresss…!
Retiré los dedos y la hice ponerse a cuatro patas. Creí que mi polla estallaba antes de tiempo al verla así ofrecida y sometida. Puse la punta de mi polla a la entradita del culito y comencé a empujar poco a poco para meter primero el capullo.
Pero. ¡ZAS! La cabrona al sentir el prepucio dentro dio una culada y se metió toda la polla de una envestida.
-¡Muévete! ¡No pares! Me gustaaa, sigue, más, máss…
-¡Qué placer me estaba dando aquella moza! Aquel estaba siendo el mejor polvo anal en toda mi vida. Venga mete saca, y ella moviéndose, umm que gozada, ayy.
Agarrado a sus nalgas para culearla mejor.
Cuando noté que estaba a punto de correrme, la envestí con más frenesí, con más intensidad, descargándome por completo dentro de su culo. Mientras sentía como su esfínter se contraía compulsivamente e involuntariamente.
Mi semen se escurría por sus piernas, mientras la presión de su ano disminuía, y mi pene comenzaba a relajarse un poco, nos limpiamos con lo primero que había a mano, mi pijama bajo la almohada.
Nos quedamos tumbados en la cama boca arriba, mientras Laura me decía, -Ha sido la mejor noche de mi vida, nunca había pensado en que se podía disfrutar tanto en un polvo anal, que bien me lo he pasado.
-Pues no hemos terminado, porque ahora te toca a ti darle una dedicación a mi polla, que no se quiere aflojar del todo, está esperando por tus caricias y además no te voy a dejar marchar sin follar ese coñito tan jugosito que tienes. Pero antes voy al baño a hacer un pis y limpiármela un poquitín.
Cuando estaba de pie en el inodoro intentando hacer el pis, Laura se acercó y sujetó mi pene con su mano y me dijo-Déjame sujetarla mientras meas.
-Entonces cambio de lugar que así, no vamos a atinar en el agujero. Y me fui hasta la ducha mientras Laura me seguía sin soltar mi pene.
Mientras la orina salía de mi pene, Laura comenzó a moverlo haciendo figuras y dibujos con el chorrito contra la pared, de la ducha.
Al terminar con la manguera de la ducha me lave un poco el pene y le dije –Es para que esté limpito para tu boca.
-No me importa que esté de mi culo, me estoy volviendo una guarra contigo. Tomó de nuevo mi pene en su mano y tirando de él me llevó hasta el dormitorio de nuevo y allí tumbándome boca arriba, comenzó a jugar con él, acariciándolo con los dedos, recorriéndolo hasta llegar a los testículos, y darme en ellos unos pellizquitos, mi pene complaciente comenzó a responder a los estímulos y ponerse morcillón.
-¡Vaya parece que hay más pólvora en la escopeta del papito!-dijo la chica.
Yo sentí un estremecimiento, en mi cabeza, mis pensamientos se desviaron solo un instante, pues al sentir sus labios sobre mi pene, me abandoné por completo al placer, la polla estaba totalmente recuperada.
-Creo que lo estoy haciendo bien, por tus gemidos y porque esta cosita tan linda está dispuesta para la guerra, no es la primera que vez que hago una mamada y esta la estoy gozando, se puso mordisqueármela y luego recorrer el prepucio con la lengua, para luego metérsela dentro de la boca, apretándola con los labios, y chupando, parecía estar dentro de un chocho, mientras tanto yo acariciaba su pelo y su cabeza.
Su lengua comenzó a subir por mi ombligo, mi barriga, mientras ella se iba subiendo sobre mí.
-Si quieres estar por arriba, le susurré no hay problema, pero tienes que ponerme esto. Le dije señalando el condón, que estaba sobre la mesita de noche.
-Ella me susurró al oído. –No hace falta, estoy tomando la píldora.
-Si no hay condón, te toca por abajo. No me respondió se estiró sobre mí, para alcanzar el preservativo, y me metió uno de sus pechos en la boca, que yo comencé a besar y a lamer.
-Hay que ver, que fácil es tenerte calladito, um, cabrito, aahh.
-Me colocó el condón con cuidado, apretando la punta, se veía claramente que no era el primero que colocaba, pero yo no tenía intención de hacer ningún comentario más.
Se me subió, retirando mis manos de sus senos, y comenzó a moverse sobre mi dura polla, yo notaba su coño húmedo, se deslizaba frotándose la vagina con el pene, sin dejarlo entrar, haciéndolo sufrir, deslizándose de nuevo, sintiendo su vulva, su clítoris, y llegando hasta el ano, una y otra vez mientras yo con las manos sujetas, miraba embelesado aquellos senos que se balanceaban ante mí y que no podía alcanzar.
Cuando ya creía que me iba a correr sin entrar en su coñito, ¡ZAS! A dentro de un solo golpe, bruscamente. Comenzó a cabalgarme intensamente, como una posesa y yo a moverme intentando penetrarla a un más profundamente.
Me soltó las manos, y aproveche, para traer su cara y comenzar a besar su boca con pasión con intensidad, mientras nuestros cuerpos seguían moviéndose frenéticamente, en un ritmo desacompasado, ahora con mis manos sujeto sus nalgas y la muevo frenéticamente , arriba abajo, mi pene no nota ya si entra o sale de la vagina, lubricada , húmeda , cuando ella comienza con pequeños espasmos, gemidos, grititos, y yo sigue ahora rodeo su espalda con mis manos y la atraigo más hacia mí, sin dejar de moverme dentro de ella, ahora mi boca abandona su boca y busca su senos, sus pezones, duros y los chupo primero uno luego otro, sus pechos se mueven sobre mí , con intención de ser devorados, ofrecidos.
Noto ese cosquilleo que indica que pronto me voy a derramar en su interior y continúo impulsando mis caderas, pues ahora Laura apenas colabora. Ummmm, me corro intensamente en su interior.
Quedamos un rato abrazados, Laura encima y yo rodeándola con mis brazos, mientras mi ya flácido pene se ibas escurriendo y el condónnn.
Con la mano derecha y contorsionando las caderas y metiendo la mano entre nuestros cuerpos retiré como pude le mismo y lo deje caer al suelo sobre mi pijama.
Nos quedamos dormidos, desnudos en la cama….